jueves, 8 de septiembre de 2016

Generalidades:


Existen diversos tipos de heridas y se clasifican según: integridad de la piel (abierta y cerrada), gravedad de la lesión (superficial o penetrante) y limpieza o grado de contaminación (limpia, limpia/ contaminada, contaminada, infectada).

Herida limpia: Es aquella que se origina en forma quirúrgica bajo condiciones asépticas, con trauma tisular mínimo y exposición a microorganismos estrictamente controlado.

Heridas contaminadas: Se considera a aquellas donde el tiempo trascurrido a partir de la injuria es corto, los tejidos han sido dañados e inoculados con microorganismos que aún no se han comenzado a desarrollar en el tejido desvitalizado.

Herida infectada: Es aquella donde ha transcurrido el tiempo suficiente para que los microorganismos se comiencen a desarrollar. Por lo general, se caracterizan por inflamación, dolor, exudado purulento, y síntomas sistémicos.

Además existen heridas crónicas, de larga data y de mayor complejidad, tales como; las ulceras venosas o pie diabéticos que son lesiones de la extremidad inferior espontanea o accidental, cuya etiología puede referirse a un proceso patológico sistémico o de la extremidad y que no cicatriza en el intervalo temporal esperado (28 días). Se considerara ulceras de pie diabético, toda ulcera que se encuentre bajo los maléolos. Este tipo de heridas, deben clasificarse según diagrama de valoración de heridas (Cecilia Leal) para ulceras o pie diabético según corresponda.


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